Santi y Nona: Noche de monstruos



Información del libro: Santi y Nona: Noche de monstruos

“La imaginación es una capacidad de la que no todo el mundo dispone ni existe el lugar donde ir a comprarla”

A veces no resulta fácil animar a un/a niño/a a que lea, pero la historia de Santi y Nona está desarrollada de una manera divertida y atractiva.


Recuerdo el día que mi madre me enseñaba a leer en casa: cómo intentaba pronunciar una sílaba, una palabra, hasta descifrar la frase escrita. Hasta tal punto que me quedé dormida a mitad del libro. Desde entonces nunca me he quedado dormida ante un libro.

El cuento de Santi y Nona comienza con un pequeño cómic de 4 viñetas que nos invita a pintar. Qué bonita forma de empezar a leer. Reconozco que yo no lo he pintado, principalmente, porque no quería estropear el libro. Eso sí, la marca de lápiz al final del mismo, corresponde a mi hermana…

La imaginación tiene un gran poder: podemos crear situaciones bellas, personajes simpáticos y alegres; monstruos, fantasmas, etc., hasta tal punto de crear temores que si no se ponen fin, si no se vencen, pueden ocasionar posteriormente situaciones de mucha tensión en el/la niño/a que se conservan en la edad adulta. Poco a poco, los miedos se modifican, se diferencia la realidad de la fantasía y se actúa según experiencias pasadas. También actuamos así los adultos, pero antes, lo hemos tenido que aprender de pequeños.


Nuestra querida Nona, tiene una imaginación enorme: ella tiene un amigo, Santi. Un simpático ser, que a merced de Nona, él puede ser enorme como un árbol o pequeñín como una goma de borrar. Es curioso observar en las ilustraciones como Santi, dependiendo de con quién esté, aparece trasparente ante los adultos y siendo real ante la niña. Una forma diferente de mostrar que los amigos invisibles se crean de pequeños, y solo lo ven l@s niñ@s.
Las ilustraciones son maravillosas. Ocupan ambas hojas por donde se tiene abierto el libro, todo lleno de colores, y acompañadas de pocas líneas, con una tipografía ideal para aprender a leer. Pensaron en todo.

Nona tiene muchos juguetes en su habitación, y está todo el día jugando con Santi. Pero una de las cosas que más les gusta, es meter al gato en una cunita, como si fuera un bebé. El gato, eso sí, encantado de jugar, sobre todo cuando Santi le da un piruleta (atención que el gato ve a Santi =D). Los juguetes cobran vida. ¿Quién se acuerda de Toy Story? Yo creo que tod@s l@s niñ@s siempre hemos querido que nuestros juguetes cobrasen "vida". Sería más divertido jugar así. =D

La mayoría de las veces, nuestros temores aparecen por haber visto algo, por haber oído algo, etc. En el caso de Nona, ella vio una película de miedo. Da tanto miedo que no la deja dormir. Santi duerme como un tronco…
Pasan las horas y Nona empieza a imaginar… De repente, unos monstruos entran en su habitación a mitad de la noche y despierta a Santi, a todos sus juguetes, y por supuesto, al gato que lo ve todo. Santi, como buen amigo, defiende a Nona con su espada. El gato no se queda atrás y se pone sus guantes de boxeo. Podemos sorprendernos aun más: un superman de juguete escondido, muerto de miedo… ¿Que más se puede pedir?
Los monstruos tienen miedo de Santi y quieren huir, pero aparece el padre de estos monstruitos. Les riñe por asustar a Nona. Como todo cuento, tiene un final feliz. Nona, Santi, el gato y todos los juguetes hacen las paces con los monstruos y juegan juntos.

Y aquí no termina este libro. Aun hay más. ¿Qué mejor forma de seguir jugando mientras leemos? Al final del libro podemos encontrar cómo nos anima a buscar y a dibujar a nuestro amigo invisible/secreto. Ahí entra mi hermana… =D.
Hay quien podría decir que sería un error animar a imaginar a un ser que no existe. Yo diría que el error está en no actuar si esa creación persiste con los años…
Pero esa no es la cuestión. Este libro tiene una finalidad diferente: a pesar de todo lo que podamos imaginar, está en cada uno de nosotros superar los miedos que se han creado. Y la metodología que utilizan para llegar a esa conclusión, es muy atractiva para un/a niño/a. Un personaje que tiene un amigo invisible y que los adultos no lo pueden ver. Que tiene los típicos miedos y temores de los más pequeños. Para un/a niño/a de seis años, es el momento de hacer como sí…si esa fase no aparece, entonces preocúpate. Yo no recuerdo haber tenido un amigo invisible. Lo confirma que no lo dibujé. Pero imaginación no me falta =D

Como os comenté, este fue el primer libro que leí, con el que aprendía a leer. Que eso no significa que sea el primer libro que tuve. Eso es otra historia que un día de estos también os contaré.
Ahora me gustaría saber si algun@ de vosotr@s os acordáis del libro con el que aprendisteis a leer y si aun lo conserváis. Y una curiosidad ¿tuvisteis un amigo invisible? =D


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