Información del libro: El niño con el pijama de rayas
"…cuando a lo lejos un punto se convirtió en una
manchita que se convirtió en un borrón que se convirtió en una figura que a su
vez se convirtió en el niño del pijama de rayas."
Nos adentramos en una historia única, diferente,
conocida y desconocida a la vez. Una historia que te deja con un nudo en el
estómago, que te deja meditando.
Llevaba mucho tiempo queriendo leer este libro. De lectura ligera, te lo puedes leer en una tarde, está escrito en un estilo idóneo
para atraer a grandes y a pequeños.
Consultando un poco en internet, he leído un comentario
que explicaba que quizá no era idóneo para los niños (está recomendado a partir de
los 13 años), ya que obligaba a explicarles el Holocausto. El Holocausto es Historia, y además no es una etapa que se deba “evitar” contar. Creo, además,
que la mejor forma de explicar el Holocausto, es acompañar esa enseñanza con
este libro, que va a invitar a una reflexión final.
El niño con el pijama de rayas atrapa al lector desde su comienzo. Intenta mantener
el misterio de la historia real: en ningún momento aparece vocabulario directo
que se refiera al Holocausto como tal, y en su sinopsis no nos cuenta realmente
de que va el libro. La única pista directa que nos nombra es un “saludo”. Desde
mi punto de vista es una forma sencilla de trasladar la historia a cualquier
aspecto que pueda ser similar en la realidad. Por ejemplo, las discriminaciones
que hoy en día nos encontramos perfectamente: clase social, raza, sexo, religión,
etc., o el simple hecho de no tener el móvil de última generación como el resto
de compañeros que provoca ser apartados del grupo. Parece ridículo, pero
piénsalo detenidamente: nos lo encontramos en pequeñas dosis y sin llegar a
esos extremos, pero ahí están.
"Si no fuera porque Bruno no estaba tan delgado ni tan
pálido como los niños de su lado de la alambrada, habría costado distinguirlo de
ellos."
La sensación que se experimenta con este libro es de
auténtica reflexión. La inocencia de dos niños de 9 años, que saben que no se
encuentran en un lugar seguro ni bonito, y que las actitudes de los adultos
les parecen extrañas, les asustan, pero que desconocen lo que en realidad
está ocurriendo a su alrededor... aunque intuyen que pasa algo. Dos niños que
desean tener un amigo. Dos niños diferentes pero iguales. Una madre orgullosa
de su marido, pero que en lo más profundo de su alma se puede observar que sabe
que no está bien lo que hace y se resigna a apoyarle. Una abuela defendiendo los
derechos humanos por encima de su hijo, arrepintiéndose de la educación que le
ha dado. Una hermana ignorante, sin curiosidad por lo desconocido. El miedo que
causan los superiores.
Me ha parecido una forma tan sencilla y fácil de
abordar el tema desde dos personajes como Bruno y Shmuel, ¡tan brillante! Dos
mentes objetivas, sin ser completamente dominadas por los pensamientos adultos.
Es curioso observar el comportamiento-la mente de Bruno: por un lado defiende a
su padre. Claro, es su padre, quién no defiende a su padre cuando se cree que
trabaja “por el bien de toda la familia”. Por otro lado su pensamiento de
igualdad. Es como una lucha entre lo que ha aprendido a
lo que realmente piensa.
La familia explica a los niños la situación en la que
se encuentra su país muy por encima, pero lo que se esconde entre líneas, lo
importante, queda oculto para cualquier pequeño. De alguna forma se les engaña
a defender su país. Me pregunto, si no decían toda la verdad por proteger a los
niños, o más bien por no conocer su opinión al respecto.
Al otro lado de la alambrada tenemos a Shmuel, un
niño que viste siempre con un curioso pijama de rayas. Que convive con miles de
personas que “curiosamente” también visten con un pijama de rayas. ¡Es tan
extraño ver toda esa gente desde los ojos de un niño! Supongo que igual que un
adulto al que se le ha ocultado información, ¿no crees?
No terminaría de comentar sobre muchos otros aspectos
que se muestran en este libro, por lo que os invito a leerlo y que hagáis
vuestras propias, más que conclusiones, reflexiones. Todos conocemos la historia,
pero ¿te atreves a verlo desde un punto de vista diferente?
"Casi podía decirse (o eso pensó Shmuel) que en realidad eran todo iguales."
Holaaaaaa!!! Estaba de paseo por la blogosfera y he visto tu blog, aqui tienes una seguidora más, espero verte por mi blog muy pronto y si te gusta espero que te quedes. Un besito.
ResponderEliminarHola bichin!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por hacerte seguidora, por aquí te espero! =D
me pasé por tu blog y también te sigo, que me gustó, te leeré =D
Un besico!
hola!!
ResponderEliminaracabo de descubrir tu blog, mirando unas fotos de este libro... Me he dado una vuelta y me gusta tu blog, asi que te sigo.
te invito a pasarte por mi blog y que te quedes si te gusta lo que lees.
un besito!!
keka22.blogspot.com
Gracias Keka por seguirme y me alegro que te guste mi blog!! Me pasaré por el tuyo =D
ResponderEliminarUn besico!!